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domingo, 26 de noviembre de 2017

Teorías del Aprendizaje aplicadas a la Educación Especial

Pérez (2014) explica que una teoría puede ser el conjunto de leyes y mandatos que permiten el establecimiento de vínculos entre acontecimientos o fenómenos; puede referirse a la hipótesis cuyo resultado se aplica a una ciencia o al conocimiento que aún no pudo ser demostrado.
Las teorías del aprendizaje se fundamental en la descripción de un proceso que permite que una persona pueda aprender algo. Las mismas pretenden entender, anticipar y regular la conducta a través del diseño de estrategias que faciliten el acceso al conocimiento. Una teoría del aprendizaje, de este modo, busca la interpretación de los casos de aprendizaje y sugiere soluciones a inconvenientes que pueden surgir en este tipo de procesos. Es importante tener en cuenta que éstas son variadas y pueden enmarcarse en distintas corrientes del pensamiento.
Según Pérez (2014), son muchas y variadas las teorías del aprendizaje que existen, aunque entre las más significativas se pueden subrayar las siguientes:

El Conductismo

 Sus principales representantes, son: Iván Petrovich Pavlov, John Broadus Watson, Edward Thorndike y Burrhus Frederic Skinner. Los inicios de la teoría se remontan a las primeras décadas del siglo XX. El conductismo surge como una teoría psicológica y posteriormente se adapta su uso a la educación. Esta es la primera teoría que viene a influenciar fuertemente la forma cómo se entiende el aprendizaje humano.
 Para Pérez (2014), el conductismo ve al alumno como un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser arreglados o re-arreglados desde el exterior (la situación instruccional, los métodos, los contenidos, entre otros), basta con programar adecuadamente los insumos educativos, para que se logre el aprendizaje de conductas académicas deseables. El conductismo pretende que el alumno responda a los estímulos ambientales y que se convierta en un ser auto-disciplinado. El trabajo del profesor consiste en desarrollar una adecuada serie de arreglos de contingencia de reforzamiento y control de estímulos para enseñar. Aunque  se ha mantenido durante más años y con mayor tradición, no encaja totalmente en los nuevos paradigmas educativos, porque percibe al aprendizaje como algo mecánico, deshumanizado y reduccionista.

El Cognitivismo

 Para Pérez (2014), las teorías cognitivas se focalizan en el estudio de los procesos internos que conducen al aprendizaje que ocurren en el individuo cuando aprende, ingresa la información y se transforma en conocimiento. Considera al aprendizaje como un proceso en el cual cambian las estructuras cognoscitivas, debido a su interacción con los factores del medio ambiente. La principal característica es que considera al sujeto como un ente activo, cuyas acciones dependen en gran parte de representaciones y procesos internos que él ha elaborado como resultado de las relaciones previas con su entorno físico y social.
Para el autor antes citado, el cognitivismo se basa en que el individuo integra nueva información en el esquema cognitivo existente, centra su atención en el estudio de cómo el individuo construye su pensamiento a través de sus estructuras organizativas y funciones adaptativas al interactuar con el medio, y se concentra en la construcción de modelos que expliquen el comportamiento humano y los procesos según los cuales se resuelven los problemas. El enfoque cognitivo está basado en la idea de que el aprendizaje tiene lugar cuando un alumno coloca nueva información en una memoria a largo plazo (paradigmas educativos). El cognitivismo pregona que las TIC son más útiles cuando implican un estilo de comunicación sincrónica más que asincrónica en la interacción que se lleva a cabo entre el docente y sus alumnos y entre estos últimos. Así pues, un uso intensivo e interactivo de las TIC aumenta el nivel de aprendizaje.

El Constructivismo

Según Pérez (2014), los representantes más destacados del constructivismo, son: Jean Piaget, David Ausubel y David Jonassen. Para ellos el constructivismo es en primer lugar una epistemología; es decir, una teoría que intenta explicar la naturaleza del conocimiento humano. Asume que nada proviene de nada, esto quiere decir que el conocimiento previo da nacimiento a conocimiento nuevo. En esta teoría, el aprendizaje es en esencia activo, esto significa que una persona que aprende algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus propias esquemas mentales, como resultado, el aprendizaje no es pasivo ni objetivo; es subjetivo, porque cada persona lo va modificando a la luz de sus experiencias.
 Piaget  afirma que el aprendizaje no es:

una manifestación espontánea de forma aislada, es una actividad indivisible conformada por los procesos de asimilación y acomodación, el equilibrio resultante le permite a la persona adaptarse activamente a la realidad, lo cual constituye el fin último del aprendizaje. David Ausubel distingue entre aprendizaje receptivo, repetitivo, memorístico (no significativo) y aprendizaje significativo receptivo, ambos pueden producirse en situación escolarizada, a partir de la clase magistral y la metodología expositiva, con material audiovisual o con recursos informáticos.


 Lanza (2015) cita a Boza y Toscano (2011), quienes refieren que la teoría constructivista se ensambla con las nuevas Tecnologías de la Comunicación e Información (TIC), al presentar nuevos espacios creativos para que los estudiantes se expresen y demuestren sus capacidades, así como la adquisición de conocimientos. Bajo la concepción constructivista y el uso de las TIC, los profesores estimulan a los estudiantes a que amplíen sus búsquedas de información, que utilicen Internet donde hay toda una variedad de recursos útiles a su formación académica e intelectual, a pensar libremente, y a desplegar su capacidad creativa. Sirven, además, para estimular el compromiso activo, la participación en grupos, y la interacción frecuente entre los propios estudiantes y el profesor, facilitando la realimentación.